miércoles, 1 de junio de 2011

Ya enciendo las luciérnagas

Se hicieran realidad las luciérnagas por un bolsillo mágico. La perra milagrosa ha visto una mitad de lo mío. Ya he vuelto con el asco y diez minutos. Mala suerte en la lista de la compra.


Acantilados limpios de barro. Enfados sin ropa. Y ahora voy a hacer la compra con las luciérnagas encendidas.

No puedo jugar con la orina de odio fluorescente.